Dice el refranero:
"Por San Blas la cigüeña verás ...
Y si no la vieres, año de nieves".
En Iznájar se celebra este día con una Misa y la bendición de los cestos con ramitas de romero, roscos de huevo y rosquillas de pan, entre otros dulces y panecillos. Son llevados en canastillos por los niños y niñas hasta la puerta de la iglesia sobre el medio día, donde el sacerdote con unas ramitas de romero mojadas en agua bendita va bendiciendo las canastillas llenas de los mencionados dulces y panecillos, entre otras chucherías y las ramitas de romero.
Además, se le considera patrón de los médicos, de los panaderos, los albañiles, los sastres y los animales salvajes, a los que sanaba de la misma forma que si fuesen humanos. De cualquier forma, san Blas el santo al que se invoca cuando queremos curar una infección de garganta y por ello la costumbre de bendecir las gargantas el día de su festividad, en Iznájar se dice que hay que comer un trocito de rosca, rosco o rosquilla bendecida en este día para que uno no muera ahogado....
San Blas era famoso por ser protector de infecciones de garganta, tos y anginas. Su biografía narra el momento en el que salvó a un pequeño niño de la muerte al sacarle de la garganta una espina de pescado con la que se estaba ahogando.
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