sábado, 16 de abril de 2022

VIERNES SANTO EN IZNAJAR


Procesión del Calvario; los maladrones atados están dispuestos para escenificar y asustar a más de un pequeñajo.

 


En esta procesión, se siguen representando escenas que se conservan desde siglos del Paso Antiguo, tales como: jugarse la túnica de Jesús, buscar al Cirineo en las tres caídas o la lectura de la sentencia en varias ocasiones… los apóstoles besarán los pies de Jesús en cada una de esas caídas.

 


Muchos son los personajes que saldrán: los Judíos: con su morrión de flores de vivos colores, su tocado de cintas y sus expresivas caretas de rostros realmente feos, que simbolizan la maldad. Los Sayones, con sus camisas floreadas con encajes y la comitiva de la Judea presidida por Pilatos,  los dos escribas llamados  “Moñitos” y “ la Pocla”

 


Los Apóstoles seguirán cubriéndose la cara con un “rostro” con la inscripción de su nombre sobre la cabeza. Desfilarán majestuosamente con sus túnicas y mantos de diferentes colores, adornados por lentejuelas.

 


Y los Soldados Romanos  que son quizás los personajes más queridos de los pequeños y constituyen otro importante elemento identificador de la Semana Santa Iznajeña.

 


Al final el Viernes Santo se convierte en uno de esos días en los que vuelves a ver a todos esos familiares y amigos que hacía tiempo que no veías, cuando da gusto pasear por las calles... un día para pasarlo aquí.

 


         Se hará de noche y llegará la hora de dar sepultura al Señor: en la Procesión del Santo Entierro y de la Virgen de los Dolores, el recogimiento y silencio sobrecogerán de nuevo, los judíos se recriminarán mutuamente la muerte de Jesús a la voz de “Tú, tú, yo, yo no, atrás quea”…

 


Y HABLARÁ  DE NUEVO EL SILENCIO…

 

Y se hará el silencio en Iznájar. Y se escuchará arder la cera. La calle será una bóveda y la noche una selva muda y cada uno podrá escuchar a su memoria. Volveremos a soñar porque volveremos a callar. Y sólo hablará Jesús con el griterío celestial de su mirada.

 

Largo silencio de plata

cruza unos labios callados

por una muerte inmediata

con un habito morado.

 

¿Qué está pasando, qué suena?,

Que aun siendo noche temprana

Hay un silencio que truena

 

No sabéis?

Es un pobre Galileo

Que apenas nadie había visto

Antes de que fuera reo,

Y al que llaman... Jesucristo

 

Vuelve de nuevo a su templo

Entre el silencio feroz

Del que la gente da ejemplo:

Hablar sin dar ni una voz.

 

En sus ojos penitentes

Brilla una luz de centeno.

Iznajar, devotamente

Ve pasar mi nazareno

 


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