martes, 14 de marzo de 2023

La celebración de la amistad . Por JA Hernández

 

La amistad, esa relación afectuosa que está presente en las diferentes etapas de la vida, nos ayuda a ser mejores personas y nos invita a encontrar lo mejor de nosotros mismos. En mi opinión la amistad es una necesidad y una fuente de beneficios de elevados valores terapéuticos que, en la ancianidad, alcanza una importancia vital. Los mayores necesitamos amigos que, por su proximidad y por su semejanza, nos comprendan, aunque no tengamos que darles muchas explicaciones. Los amigos, además, pueden hacer que cambiemos la dirección de nuestros pasos y que modifiquemos algunos de nuestros hábitos ya añejos.

¿No es cierto que el contacto con personas respetuosas y amables nos ayuda a descubrir ese fondo de ternura que, quizás, ignorábamos o esa sensibilidad solidaria para comprender unas situaciones que, hasta entonces, nos parecían incomprensibles?

En mi opinión, la amistad puede ayudarnos para que, siendo menos narcisistas, seamos más comprensivos y más compasivos, y, en resumen, para que colaboremos en el bienestar de las personas con las que convivimos. En la ancianidad poseemos mayor libertad para expresar libremente nuestra peculiar manera de ser y de comunicar con confianza nuestras inquietudes y nuestros sentimientos comunes, sí, nuestros temores y nuestros deseos. Estoy convencido de que, cultivando, alimentando y disfrutando de la amistad, apoyada en el respeto mutuo, alargamos nuestras vidas o, al menos, conseguimos que sea menos incómoda.

JA Hernández

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