miércoles, 25 de diciembre de 2013

IZNÁJAR ES DE CINE

Mi pueblo, es como nido de águilas, asentado sobre esas peñas cortadas a pico, con sus calles empinadas, con sus imponentes tajos que lo ciñen por todas partes menos por la ladera del Calvario, con sus casas que descienden serpenteando hasta la Venta. Y me cuesta trabajo encontrar las palabras para describir, aún más: este aire envuelto en luz, esta luz que enternece las fachadas encaladas, ese balanceo de los árboles en la Cruz del Postigo o el chirriar del sol quemándose en las aguas de nuestro pantano.

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