Carmen Martínez de Quesada firma esta promoción de 12 viviendas públicas en Iznájar, construidas en 2008 y un ejemplo clarividente de que la buena arquitectura también puede responder a presupuestos más ajustados. La propuesta exprime las exigencias normativas para trascender los modelos al uso de casa social, como subraya la autora, que idea un trazado en L en planta baja para organizar el acceso a través del patio, configurándose como extensión natural del salón. Las características topográficas y paisajísticas lo condicionan todo, problemas que se resuelven con un escalonamiento de cada vivienda. Esta solución permite, además, la contemplación permanente del pantano y de la sierra que envuelve la urbanización.
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