Lo más impactante y singular de La Bobadilla, a Royal Hideaway Hotel es su hall de entrada, lleno de columnas de mármol blanco que recuerdan a la Mezquita-Catedral de Córdoba. El hotel también hace un guiño a La Alhambra de Granada con la presencia del agua, una constante en el hotel en fuente, piscinas y manantiales al igual que en los palacios del monumento granadino.
En lo alto de una pequeña colina, perdido entre bosques de olivos, encinas, robles y almendros en la Sierra de Loja (Granada), se enclava La Bobadilla, a Royal Hideaway Hotel, una joya arquitectónica que enamora a todo el que llega hasta allí y transporta a tiempos pasados, por su original e impactante decoración y por la tranquilidad que emana de su bello entorno. El exclusivo establecimiento de lujo, concebido como un pequeño pueblo andaluz de estilo mudéjar en los años 80 por el granadino Jesús del Valle, con rincones que recuerdan a la Mezquita de Córdoba o a la Alhambra de Granada, consiguió el año pasado el premio Mejor hotel boutique de España en los World Travel Awards, conocidos como los Oscar del turismo.
Destaca especialmente la capilla con un órgano monumental de 1595 tubos (considerado el órgano no eclesiástico más importante de España), en la que hoy en día se llevan a cabo celeraciones.
Considerado un destino de filosofía slow travel, en el que el objetivo es disfrutar de un estilo de vida reposado, desconectado de la vida cotidiana, el cortijo, situado en una finca de 700 hectáreas sin ninguna edificación alrededor (el pueblo más cercano está a unos 4 km), cuenta con 71 habitaciones de suelos empedrados, maderas nobles y baños de mármol y con ventanales desde el que se divisan los campos de olivares y encinas, así como las mejores puestas de sol (precios: desde 237 euros. Más información y reservas aquí).
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