Las aguas del pantano de Iznájar rodean el cerro Mezquita, convertido en una isla a niveles normales del embalse. Aquí se encuentra un yacimiento arqueológico de la época ibero-romana. Su necrópolis fue saqueada en la década de los 80 y 90 del siglo pasado. Aun se pueden ver las tumbas abiertas en un paisaje rodeado de agua. A estos restos arqueológicos se han sumado nuevos hallazgos. Con el descenso del nivel en 2017 fue descubierto un yacimiento romano dedicado a la producción del aceite de los siglos III y IV de nuestra era. En palabras del profesor de la universidad de Granada, Andrés Adroher, este descubrimiento ha sido muy importante como centro de producción de aceite, del que se conocen pocos en la península.
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